El quesillo es un dulce tradicional venezolano delicioso que tiene un lugar especial en la mesa de los venezolanos, esta receta milenaria ha sido transmitida de generación en generación, y cada familia tiene su propia versión secreta y única de este postre tan querido.
Este postre, es un flan suave y cremoso, hecho a base de leche condensada y huevos, con un delicioso caramelo líquido que lo envuelve y le da un toque de dulzura. Aunque preparar quesillo puede parecer intimidante al principio, con paciencia y cuidado, puedes crear un quesillo delicioso y tan bueno como el que encontrarías en cualquier panadería de Venezuela.
Para comenzar, necesitarás reunir los siguientes ingredientes: leche condensada, huevos, leche líquida, azúcar, vainilla y queso crema, aunque este ultimo es opcional. Además, necesitar tener un molde para flan, que tenga la forma característica del quesillo, o en su defecto un molde común para pasteles.
El resultado es un postre con una textura suave y cremosa que se derrite en tu paladar mientras lo saboreas, mientras que el dulce caramelo, hace de cada bocado una experiencia verdaderamente deliciosa. Es tan perfecto que no necesitas acompañarlo con cualquier otro complemento, así que puedes disfrútalo solo.
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Receta para 8 porciones individuales de quesillo.
Equipo necesario:
Licuadora: Necesaria para mezclar todos los ingredientes con mayor facilidad. Una batidora de inmersión también podría ser útil.
Molde para Flan: Indispensable para hornear el quesillo, puedes utilizar moldes redondos de aluminio o antiadherente de aproximadamente 23 centímetros o 10 pulgadas de diámetro, y con capacidad para 1 litro de líquido.
Olla pequeña: Durante el proceso de preparación, necesitaras utilizar una olla para preparar el caramelo que cubre el quesillo, te recomiendo que utilices una antiadherente o en su defecto, una olla gruesa para que el caramelo no se queme.
Papel de aluminio: Indispensable para cubrir el molde luego de agregar la mezcla.
Ingredientes
1 lata de leche condensada (395 gr)
1 taza o 240 ml de leche líquida
4 huevos
1 taza o 200 gr de azúcar (dividida en dos partes)
1 cucharadita de vainilla
100g de queso crema (opcional)
Preparar Quesillo
Prepara la mezcla
Primero, precalienta el horno a una temperatura baja y coloca una bandeja con agua en el fondo, esto ayudará a que el flan se cocine de manera uniforme. Mientras tanto, en una licuadora, mezcla la leche condensada, los huevos, la leche líquida, el azúcar, la vainilla y el queso crema. Asegúrate de que todos los ingredientes estén bien mezclados y de que no queden grumos.
A continuación, prepara el caramelo líquido que acompañará al quesillo. En una cacerola a fuego medio, coloca azúcar y un poco de agua. Deja que el azúcar se derrita lentamente y se convierta en un caramelo dorado, revolviendo con cuidado para evitar que se queme. Una vez que el caramelo esté listo, viértelo rápidamente en el molde para flan, moviendo el molde en todas las direcciones para que el caramelo se distribuya de manera uniforme en el fondo y los lados del molde.
Hornea el quesillo
Ahora, es el momento de verter la mezcla del quesillo en el molde. Hazlo con mucho cuidado para evitar que el caramelo se mezcle con la mezcla del flan. Una vez que hayas vertido toda la mezcla, cubre el molde con papel de aluminio y colócalo dentro de la bandeja con agua en el horno precalentado. Hornea durante aproximadamente una hora o hasta que el quesillo esté firme pero todavía ligeramente tembloroso en el centro.
Cuando el quesillo esté listo, retíralo del horno y déjalo enfriar a temperatura ambiente. Luego, colócalo en el refrigerador durante al menos 2 horas, esto ayudará a que el quesillo adquiera una textura más firme mucho más rápido y se asienten los sabores.
Finalmente, llega el momento más emocionante: darle la vuelta al quesillo y servirlo. Para hacerlo, pasa un cuchillo afilado alrededor del borde del molde para asegurarte de que el quesillo se despegue correctamente. Coloca un plato grande boca abajo sobre el molde y con un movimiento rápido, da la vuelta al molde. Si todo ha ido bien, el quesillo se desprenderá fácilmente del molde y el caramelo líquido cubrirá el flan de manera deliciosa.
Errores comunes al preparar quesillo
Al preparar un quesillo, es posible cometer errores comunes que afecten el resultado final del postre. Aquí te dejo soluciones a esos errores comunes:
Textura grumosa: Si el quesillo queda con una textura grumosa, puede deberse a una mezcla inadecuada de los ingredientes. Para solucionar este problema, asegúrate de batir muy bien la mezcla en la licuadora, utilizando una velocidad baja para evitar que se formen grumos.
Huecos o burbujas en la superficie: Si el quesillo presenta huecos o burbujas en la superficie después de hornearlo, puede ser resultado de una mezcla demasiado enérgica o de la presencia de aire atrapado. Para evitarlo, bate los ingredientes de forma suave y evita mezclar en exceso. También puedes pasar un tenedor suavemente por la superficie antes de hornear para liberar cualquier burbuja de aire atrapada.
Caramelo quemado: Si el caramelo se quema al hacerlo, puede arruinar el sabor de todo el postre. Para evitar que esto pase, mantén un ojo cuidadoso en el proceso de derretir el azúcar y retíralo del fuego justo cuando alcance un color dorado, antes de que se ponga oscuro y amargo.
Agrietamiento del quesillo: Si el quesillo se agrieta al hornearlo, puede ser resultado de un cambio brusco de temperatura. Para evitarlo, asegúrate de que el molde esté a temperatura ambiente antes de verter la mezcla del quesillo. Además, cubre el molde con papel de aluminio durante la cocción para mantener una temperatura más constante.
Exceso de líquido en el quesillo: Si el quesillo está muy líquido después de hornearlo, puede deberse a una proporción incorrecta de ingredientes. Asegúrate de medir correctamente los ingredientes líquidos y de seguir la receta al pie de la letra. También puedes hornear el quesillo por más tiempo para que se asiente y adquiera la consistencia deseada.
Conclusión
Preparar un quesillo venezolano puede requerir tiempo y atención, pero el resultado final vale la pena. Cada vez que te deleites con este postre, estarás saboreando una parte de la rica cultura venezolana y compartiendo momentos dulces con tus seres queridos.
Ten en cuenta que la práctica hace al maestro, así que no te desanimes si en tu primer intento no obtienes el quesillo perfecto, con un poco de paciencia y ajustes en el proceso, pronto estarás preparando quesillos deliciosos y sin errores.
Así que no dudes en aventurarte en la cocina y probar esta receta tradicional, te garantizo que te conquistará con su sabor único y suavidad irresistible. ¡Disfruta de cada cucharada de este dulce tesoro venezolano!