La salsa bechamel, también conocida como salsa blanca, es una salsa cremosa clásica que se utiliza en muchos platos franceses e italianos. Consiste en un roux elaborado con mantequilla y harina que se diluye gradualmente con leche tibia para crear una emulsión rica y aterciopelada.
La salsa es una de las «salsas madre» de la cocina francesa y se utiliza como base para otras salsas como mornay, soubise y salsa alfredo. También es un ingrediente clave en muchos guisos, gratinados, pastas y tartas y pasteles salados.
La bechamel puede transformar ingredientes simples en platos elegantes. Agrega una lujosa cremosidad y riqueza a los alimentos, uniendo los ingredientes en una comida reconfortante y satisfactoria.
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Equipo Necesario
Sartén: utilice una sartén antiadherente con lados altos y rectos. Esta forma permite que la salsa circule fácilmente para una cocción y espesamiento uniforme. El acero inoxidable o el hierro fundido esmaltado también funcionan bien.
Batidor: un batidor de alambre facilita revolver la salsa con frecuencia para evitar que se queme. Elija un batidor con alambres gruesos y resistentes que puedan soportar el batido enérgico requerido.
Tazas medidoras: la medición precisa es importante para lograr la consistencia adecuada de la salsa. Utilice tazas medidoras secas estándar para la harina y tazas medidoras de líquidos para la leche.
Espátula: una espátula de silicona o de goma resistente al calor ayuda a incorporar la harina a la mantequilla y a raspar los restos del fondo de la sartén.
Receta de salsa Bechamel
Ingredientes
50g de mantequilla
50g de harina
500ml de leche
Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
Modo de preparación
Paso 1: Haz un roux
Comienza derritiendo la mantequilla en una cacerola a fuego medio. Una vez derretida, agregue la harina y déjela cocinar durante 2-3 minutos, revolviendo ocasionalmente. No querrás que el roux se dore en absoluto, solo cocínalo un poco para eliminar el sabor a harina cruda.
Cocine el roux suavemente hasta que comience a burbujear. El roux comenzará muy pastoso pero a medida que se cocina se volverá suave. Cuando comience a burbujear estará listo para agregar la leche.
Paso 2: Agregue gradualmente la leche
Vierte lentamente la leche en el roux mientras bates vigorosamente y continuamente para evitar que se formen grumos. La clave es agregar la leche gradualmente, aproximadamente 1/2 taza a la vez. Batir después de cada adición de leche para incorporarla completamente antes de agregar más.
Si agregas la leche demasiado rápido o no bates lo suficiente, el roux de harina y mantequilla puede acumularse. ¡Así que ve despacio y sigue batiendo! El roux eventualmente se aflojará y formará una salsa suave y cremosa.
Sigue batiendo y agregando leche hasta que se haya incorporado toda la leche. La salsa debe quedar lo suficientemente espesa como para cubrir el dorso de una cuchara. Si queda demasiado espeso, añade un poco más de leche. Si está demasiado líquido, cocínelo un poco más para que espese.
Paso 3: Cocine a fuego lento y espese
Una vez que el roux y la leche estén bien combinados, reduzca el fuego a bajo y deje que la salsa hierva a fuego lento, revolviendo con frecuencia. Esto permite que el almidón del roux absorba el líquido y espese la salsa gradualmente.
Cocine durante 10 a 15 minutos, revolviendo con frecuencia, hasta que la bechamel alcance la consistencia deseada. Debe cubrir bien el dorso de una cuchara. Cuanto más hierva a fuego lento, más espesa se volverá.
No dejes que hierva rápidamente o la salsa se puede separar. Mantenga el fuego lo suficientemente bajo para que hierva a fuego lento.
Paso 4: Condimenta
Una vez que la salsa bechamel se haya espesado, es momento de condimentarla para darle sabor.
Sal: comience con 1/4 de cucharadita de sal, de ser necesario agregue más al gusto. La sal realza los demás sabores. Tenga cuidado de no salar demasiado.
Pimienta blanca: agregue una pizca o dos de pimienta blanca para darle un toque picante sutil. La pimienta negra puede decolorar la salsa de color claro.
Nuez moscada: la nuez moscada añade calidez y complejidad. Use una pizca o hasta 1/4 de cucharadita. Demasiada nuez moscada puede dominar.
Almacenamiento de sobras
La salsa bechamel se puede conservar en el frigorífico durante 3-4 días. Para almacenarlo correctamente debe tener en cuenta lo siguiente:
Transfiera la salsa a un recipiente hermético. Déjelo enfriar completamente antes de refrigerarlo.
Asegúrese de que el recipiente esté bien cerrado. Esto evita que el aire interactúe con la salsa y cambie el sabor.
Coloca el recipiente hacia la parte trasera del frigorífico, donde la temperatura es más fría. El ambiente frío ayuda a retardar el crecimiento bacteriano.
Al recalentar añadir un chorrito de leche o nata para diluir la bechamel si se ha espesado. Vuelva a calentar suavemente en la estufa o en el microondas, revolviendo con frecuencia.
Para un almacenamiento más prolongado, la salsa bechamel se puede congelar durante 2 o 3 meses.
Congelar la salsa bechamel
Deje que la salsa se enfríe por completo y luego transfiérala a un recipiente apto para congelador. Deje espacio en la parte superior para la expansión.
Cerrar bien el recipiente antes de colocarlo en el congelador.
Cuando esté listo para usar, descongelar en el frigorífico durante la noche. Vuelva a calentar suavemente en la estufa o en el microondas, agregando leche o crema para aflojar según sea necesario.
La bechamel sobrante almacenada adecuadamente mantendrá su textura y sabor cremosos. Con un poco de cuidado, podrás disfrutar de la bechamel casera durante varios días después de prepararla.
Variaciones para condimentar la salsa bechamel
Hoja de laurel: agregue una o dos hojas de laurel mientras cocina a fuego lento para obtener sabores aromáticos. Retire la hoja de laurel antes de usar la salsa.
Cebolla en polvo: una pizca de cebolla en polvo puede complementar la nuez moscada.
Ajo en polvo: utilice sólo una pequeña cantidad de ajo en polvo para evitar un sabor excesivo a ajo.
Perejil: el perejil fresco picado justo antes de servir aporta frescura.
Solución de problemas de la Salsa Bechamel
Salsa grumosa
Si la salsa bechamel sale con grumos, existen algunas causas posibles:
- El roux no estaba del todo incorporado antes de agregar la leche. Asegúrate de batir vigorosamente al agregar la leche para que no queden grumos de harina.
- La salsa hirvió a fuego alto en lugar de hervir a fuego lento. El fuego alto puede hacer que la salsa se cuaje y se separe. Mantenga el fuego bajo al preparar el roux y aumente gradualmente hasta que hierva a fuego lento.
- Demasiada harina en el roux. Agrega la harina lentamente al hacer el roux para evitar grumos.
Salsa demasiado espesa
- No se añadió suficiente leche. Agregue gradualmente más leche mientras bate hasta alcanzar la consistencia deseada.
- Reducido demasiado a fuego lento. Tenga cuidado de no cocinar a fuego lento durante demasiado tiempo una vez que esté espesa.
Salsa demasiado fina
- No se utilizó suficiente roux. Haga un nuevo roux con cantidades iguales de mantequilla y harina, luego mezcle gradualmente con la salsa fina hasta que espese.
- Roux no cocinó lo suficiente. La harina necesita tiempo suficiente a fuego lento para cocinarse y espesarse adecuadamente. Asegúrate de cocinar al menos 2-3 minutos.
- Se añadió demasiada leche. Comienza con un poco de leche a la vez al hacer la salsa hasta alcanzar la consistencia deseada.