La salsa de pimientos asados es una preparación típica de la cocina mediterránea que se elabora a partir de pimientos enteros asados previamente en el horno o a la plancha.
Se trata de una salsa con mucho cuerpo y untuosidad gracias a la consistencia que le aportan los pimientos. Es ideal para acompañar todo tipo de carnes, pescados, mariscos, huevos, verduras e incluso para untar en pan.
Los pimientos al asarse desarrollan nuevos matices de sabor, dejando atrás la aspereza del pimiento crudo y adquiriendo un gusto ahumado y dulzón característico. La salsa resalta un sabor a pimiento asado y es por ello que combina a la perfección con todo tipo de ingredientes.
Además de ser una salsa deliciosa, también es muy sencilla y rápida de preparar, ya que basta con triturar los pimientos previamente asados con un poco de aceite y opcionalmente añadir otros ingredientes para potenciar el sabor. Por todo ello es una receta ideal para tener siempre a mano en la nevera y utilizar de múltiples formas en platos fríos o calientes.
También te gustará: Salsa Boloñesa: Receta fácil y rápida
Receta Salsa de pimientos asados casera
Para preparar esta deliciosa salsa de pimientos asados necesitarás sólo 8 ingredientes, la mayoría de los cuales es probable que ya tengas en tu despensa. Son fáciles de conseguir y no muy costosos.
Ingredientes
- 4 pimientos rojos grandes
- 1 diente de ajo
- 1 cucharadita de comino molido
- 1 cucharadita de orégano seco
- 1⁄4 taza de vinagre de vino tinto
- 1⁄4 taza de aceite de oliva
- Sal y pimienta al gusto
Los pimientos rojos aportan el sabor dulce y ahumado característico. El ajo, las hierbas y especias realzan su sabor. El vinagre de vino tinto y el aceite de oliva forman la base de la salsa. Y por último, sal y pimienta para equilibrar los sabores.
Preparación de Pimientos asados
Para preparar una deliciosa salsa de pimientos asados, lo primero que debemos hacer es asar los pimientos de forma correcta.
Es importante asar los pimientos enteros, ya que esto ayuda a que se cocinen de forma uniforme y conserve mejor su jugo y sabor. Los pimientos pueden asarse al horno, a la parrilla o directamente sobre la hornilla de la estufa.
Al horno: Precalentar el horno a 220 ºC. Lavar los pimientos, secarlos bien y colocarlos enteros sobre una bandeja de horno. Asar durante 20-30 minutos, dándoles la vuelta a mitad de tiempo, hasta que la piel se ampolle por completo.
A la parrilla: Lavar y secar bien los pimientos. Colocarlos directamente sobre la parrilla caliente y asarlos, dándoles vuelta frecuentemente, hasta que estén completamente asados por todos lados. Tardarán alrededor de 10-15 minutos.
Sobre la hornilla: Prender la hornilla a fuego medio-alto. Colocar los pimientos enteros directamente sobre la llama, usando pinzas para girarlos y asarlos uniformemente por todos lados hasta que se ampollen, unos 10 minutos.
En cualquier método elegido, es importante asar los pimientos completamente para que estén bien cocinados y sea fácil pelarlos. Cuando estén listos, colocarlos en una bolsa de plástico cerrada o un recipiente tapado para crear vapor y ayudar a desprender la piel. Dejar reposar 10 minutos antes de pelar.
Preparación de la salsa
- Pica los pimientos en trozos y ponlos en el vaso de la licuadora. Añade también el aceite de oliva, el vinagre, la sal y el ajo picado.
- Tritura con la batidora hasta obtener la textura deseada, más fina o más gruesa según tus preferencias. Prueba y rectifica de sal si es necesario.
- Vierte la salsa en un envase de cristal preferiblemente hermético y consérvala en la nevera hasta 4-5 días. Sirve la salsa fría para acompañar carnes, pescados, verduras o untar en pan.
Trucos y consejos de la salsa de pimientos asados
La clave para una salsa de pimientos asados cremosa y llena de sabor está en asar bien los pimientos. Asegúrate de asarlos a fuego vivo, girándolos con frecuencia, hasta que la piel se ampolle y oscurezca por completo. De esta forma desarrollarán todo su dulzor.
Una vez asados, déjalos sudar en una bolsa de plástico cerrada durante 10-15 minutos. Así se desprenderá la piel con facilidad. Después pélalos con cuidado con las manos para no perder ningún jugo.
A la hora de triturar, añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra para emulsionar y conseguir una textura cremosa. También puedes agregar un poco del líquido de cocción de los pimientos si ves que la salsa queda muy espesa.
Para realzar el sabor, incorpora especias como comino, orégano, ajo o perejil picado. Un toque de vinagre balsámico resaltará la acidez de los pimientos. Y si te gusta picante, una pizca de guindilla le dará un agradable toque de intensidad.
Conservación
Una de las ventajas de esta salsa es que se conserva muy bien en la nevera. De hecho, al día siguiente de prepararla suele estar aún más sabrosa, ya que los sabores han tenido tiempo de fusionarse bien.
Para conservar la salsa:
- Guardar en un recipiente hermético. Lo ideal es un envase de cristal con tapa.
- Se puede mantener en la nevera entre 3-5 días sin problemas.
- También se puede congelar en porciones individuales para sacar cuando se necesite. En el congelador se conserva perfectamente durante 2-3 meses.
- Para descongelar, sacar la noche anterior a la nevera o calentar en el microondas.
- Una vez abierto el envase, consumir antes de 2-3 días. No volver a introducir cucharas sucias que puedan contaminar la salsa.
Como ves, esta salsa de pimientos asados es muy versátil en cuanto a su conservación. Seguir estos sencillos consejos y podrás disfrutar de su sabor durante toda la semana.
Variaciones de la salsa de pimientos asados
Una forma divertida de darle un giro diferente a esta salsa es experimentando con distintos ingredientes y especias. Algunas ideas para variar la receta:
- Sustituye el vinagre por jugo de limón o de naranja para darle un toque cítrico.
- Añade hierbas frescas picadas como perejil, albahaca, orégano o cilantro.
- Incorpora especias como comino molido, pimentón, nuez moscada o curry en polvo.
- Para una versión picante, añade chile chipotle en adobo o unos caballitos de tabasco.
- Prueba hacerla con pimientos de diferentes colores, como rojos, amarillos, naranjas o una mezcla.
- Sustituye parte de los pimientos por calabacín o berenjena asada.
- Incorpora tomates cherry o pasta de tomate para intensificar el sabor.
- Agrega unos ajos asados para realzar el sabor.
Maridaje
La salsa de pimientos asados combina muy bien con una gran variedad de platos gracias a su sabor suave y ligeramente ahumado. Aquí hay algunas recomendaciones de maridaje:
- Carnes blancas como pollo o pavo: La salsa resalta el sabor natural de las aves sin abrumar. Sírvela sobre pechugas de pollo a la plancha o muslos de pavo asados.
- Carnes rojas como res o cerdo: La salsa aporta humedad y contraste de sabor a cortes magros como lomito o solomillo. También va bien con costillas o chorizos asados.
- Pescados: Prueba la salsa sobre filetes de pescados blancos como la merluza o el lenguado. Realzará su delicado sabor.
- Verduras asadas: La salsa se adhiere bien a verduras como berenjena, calabacín o cebolla asadas. Les da un toque ahumado.
- Pastas: Utilízala para condimentar pastas con vegetales como espaguetis primavera. O mézclala con queso para una cremosa pasta con pimientos.
- Huevos: La salsa añade humedad y sabor a platos con huevos como tortillas, revueltos o incluso huevos rancheros.
- Queso: Funde queso de cabra, mozzarella y sírvelo con la salsa para mojar.
En resumen, esta versátil salsa combina bien con todo tipo de carnes, pescados, verduras, pastas y quesos. Pruébala sobre tus platos favoritos para exaltar su sabor.