La salsa de queso cheddar es una salsa deliciosa y cremosa hecha con queso cheddar fundido. Tiene una textura suave gracias a los lácteos y una explosión de sabor gracias al distintivo gusto del queso cheddar.
La salsa de queso cheddar se puede utilizar de muchas formas. Es ideal para acompañar papas fritas, nachos, carnes y verduras. También se utiliza como relleno en emparedados y como base para salsas más elaboradas.
Esta receta casera de salsa de queso cheddar es fácil de hacer y mucho más sabrosa que las versiones procesadas que se compran en el comercio. Prepararla por ti mismo te garantizará tener una salsa de calidad y personalizable al gusto.
Su textura cremosa, su color vibrante y su sabor intenso la convierten en una excelente opción para realzar todo tipo de platos. Te invito a descubrir cómo preparar esta deliciosa salsa de queso cheddar, amaras tenerla en tu repertorio culinario.
También te gustará: Hummus de Garbanzos
Receta de Salsa de Queso Cheddar
Ingredientes
1 taza de queso cheddar rallado (115g aprox.)
1/4 taza de mantequilla (55g aprox.)
1/3 taza de harina común (40g aprox.)
1 taza de leche entera (240ml aprox.)
1/4 cucharadita de nuez moscada molida
1/4 cucharadita de pimienta negra molida
Sal al gusto
Modo de preparación
- Comience derritiendo la mantequilla a fuego lento en una sartén antiadherente.
- Incorpore el queso cheddar previamente rallado y remueva constantemente con una cuchara de madera hasta que el queso se haya derretido completamente y tenga una consistencia suave, aproximadamente de 2 a 3 minutos.
- Una vez derretido el queso, agregue la leche entera. Revuelva bien para incorporar la leche al queso derretido.
- A continuación, agregue la harina de trigo y siga removiendo hasta que no queden grumos, aproximadamente 1 minuto más. La harina ayudará a espesar la salsa.
- Incorpora una pizca de nuez moscada recién molida y pimienta negra al gusto. Revuelva bien para integrar las especias.
- Deje cocer la salsa a fuego lento de 3 a 5 minutos, sin dejar de remover de vez en cuando, hasta que espese ligeramente y se integren bien todos los ingredientes.
- Para terminar, pruebe la salsa y ajuste sazonando con sal si es necesario. La salsa estará lista cuando tenga una consistencia cremosa y suave.
Consejos para preparar Salsa de Queso Cheddar
Utilice queso extra añejo para obtener más sabor intenso. Entre más añejo sea el queso, más sabor tendrá la salsa.
- Cocine la salsa a baño María revolviendo constantemente para que no se pegue ni se separe. Esto ayudará a conseguir una textura suave y cremosa.
- Si la salsa queda muy espesa, agregue un poco de leche tibia para aligerarla. Si queda muy ligera, cocine por unos minutos más para que se espese.
- Sirva la salsa caliente sobre vegetales, papas, nachos u otros acompañantes. También se puede usar como relleno para tacos o sándwiches.
- Refrigere la salsa sobrante en un recipiente hermético. Se conserva bien por alrededor de 1 semana y se puede recalentar.
- Sea creativo y agregue ingredientes como tocino, champiñones, cebolla o jalapeños a la salsa para complementar distintos platos.
Versatilidad en diferentes platos
La salsa de queso cheddar se puede usar de muchas formas diferentes para realzar el sabor de tus comidas. He aquí algunas ideas:
- Vegetales : La salsa de queso queda muy bien sobre vegetales asados o al vapor como brócoli, coliflor, espárragos, champiñones, etc. Simplemente vierte la salsa fundida sobre los vegetales recién cocinados y disfruta.
- Carnes : Puedes usar la salsa para gratinar carnes como pollo, pavo, cerdo e incluso hamburguesas. Úsala también para rellenar y hornear carnes como chuletas de cerdo o rollitos de carne.
- Pastas : La salsa de queso es ideal para pastas como tallarines, ravioles, canelones, lasaña, etc. Puedes mezclarla directamente con la pasta o usarla como cobertura.
- Papas : Vierte la salsa sobre papas horneadas, en puré o en cuñas para lograr deliciosas papas gratinadas.
- Nachos : Los nachos con queso son un clásico. Derrite la salsa sobre tus nachos y acompañalos con frijoles, carne molida, pico de gallo, etc.
- Verduras para untar : Usa la salsa para untar y bañar verduras como zanahoria, apio, pepino, etc.
- Sándwiches : La salsa de queso es ideal para sándwiches fríos o calientes. Úsala en Hamburguesas, wraps, baguettes, paninis, etc.
Como puedes ver, las posibilidades son infinitas. ¡Deja volar tu imaginación y pruébala en tus comidas favoritas! La salsa de queso cheddar es perfecta para realzar sabores dulces y salados.
Nutrición
La salsa de queso cheddar es una fuente de nutrientes importantes. Aquí te presento la información nutricional básica:
- Calorías: Una porción de 2 cucharadas (30 g) de salsa de queso cheddar contiene alrededor de 110 calorías.
- Grasas: Contiene alrededor de 9 g de grasa total, de los cuales 5 g son grasas saturadas. La grasa proviene principalmente del queso cheddar.
- Carbohidratos: Contiene alrededor de 1 g de carbohidratos por porción.
- Proteínas: Proporciona alrededor de 3 g de proteínas por porción. Las proteínas provienen del queso.
- Sodio: Contiene alrededor de 190 mg de sodio por porción. Gran parte del sodio proviene de la sal añadida durante la preparación.
- Calcio: Una porción proporciona alrededor del 10% del valor diario de calcio. El calcio proviene del queso cheddar.
En resumen, la salsa de queso cheddar, como otros productos lácteos, es una buena fuente de calcio y proteínas. Sin embargo, también es alta en grasas saturadas y sodio, por lo que se recomienda consumirla con moderación dentro de una dieta equilibrada.
Método de conservación de la salsa de queso cheddar
Para refrigerar, se recomienda guardar la salsa en un recipiente hermético dentro de la nevera. De esta forma se mantendrá en buen estado durante 3-4 días. Es importante cubrir bien el recipiente para evitar que la salsa se reseque.
Si se desea congelar, conviene hacerlo en porciones individuales utilizando bandejas para hielo u otros recipientes pequeños. Así será más fácil descongelar solo la cantidad necesaria cada vez. Es aconsejable dejar un poco de espacio en cada recipiente, ya que la salsa se expandirá al congelarse.
Para descongelar, se puede pasar la salsa del congelador a la nevera unas horas antes de usar o descongelar en el microondas con potencia media, removiendo ocasionalmente. Una vez descongelada, se debe consumir en 1-2 días y no volver a congelar.
Conclusión
La salsa de queso cheddar es una receta deliciosa y versátil que vale la pena probar. Es bastante fácil y rápido de preparar, requiere pocos ingredientes comunes y tiene un sabor increíble.
Esta salsa cremosa es perfecta para acompañar papas, verduras, carnes y más. Su textura es suave y aterciopelada gracias a la mantequilla y el queso cheddar, que también le aportan un sabor intenso y ligeramente ahumado.
Es una preparación bastante sencilla, ideal para cocineros de todos los niveles.